Hace 27 años, la voz de Rafael Orozco fue apagada en la Tierra por nueve balazos afuera de su casa en Barranquilla, Colombia.
Pero lo que no se apagó ni pudieron callar fue el sentimiento y el romanticismo que dejó en sua grabaciones, iniciando un legado que cada vez es más fuerte en la música vallenata.
Creador de un estilo inigualable y adelantado a su tiempo, Rafa dejó en cada tema parte de su vida para hacerlo a él y a sus canciones inmortales, tanto, que es casi imposible escucharlas sin traer a la mente su voz y su carisma.
El 11 de junio de 1992, Rafa descansaba en su residencia de Barranquilla, luego de una larga gira de compromisos por Venezuela, cuando fue llamado a la puerta.
Al salir, testigos aseguran que estuvo platicando con dos amigos y repentinamente fue agredido por un pistolero, quien le disparó en nueve ocasiones a corta distancia para apagar la luz que brillaba cada vez más en su carrera artística.
Así acabaron con la vida terrenal de un cantante romántico vallenato pero no acabaron con su legado, con su trayectoria ni su influencia, que se ha quedado en nuevos valores de la música colombiana.
Algunos artistas como Jorge Celedón, Alex Manga y el grupo que él fundó, El Binomio de Oro, al mado de Israel Romero, me rindieron homenaje en su 27 aniversario luctuoso.